El reto

Ponerle un reto a un hombre para saber si va a responder como tú quieres que responda es algo más complicado de lo que parece. Sobre todo si se trata de sexo porque el sexo les revoluciona tanto que no les deja pensar. Por ese motivo, no voy a decidir seguir con Joaquín, o tratar de ver si me miente o me dice la verdad por el mero hecho de preguntarle algo o hacer algo diferente con él, sino que voy a esperar su reacción y, después, a como continuará tratándome tras dicho reto. Si me sigue tratando igual o mejor que antes, lo habrá superado, pero si se comporta de manera diferente, no.

Es sencillo, ¿qué hombre diría que no a hacer un trío con dos mujeres? Muy pocos. Y aún menos si su chica es quien se lo propone, pero después puede que me trate con menos respecto. Así que el reto será otro. Todavía no le voy a decir que soy una webcam girl y, por supuesto, no le voy a traer a Paola o a Casandra para que le coman la tula mientras yo miro. Si no que voy a probar otra cosa…

Hemos ido a cenar y he conseguido que se emborrache un poquito con vino. Está en modo divertido y le he dicho que le tengo una sorpresa preparada para él. Él ya conoce mis sorpresas así que su pico se ha puesto duro casi al instante. Tras cenar hemos cogido un taxi y durante el trayecto se la he estado acariciando sobre el pantalón para que siguiera creciendo su excitación. El taxista nos para enfrente del local.

Joaquín no se da cuenta de donde estamos hasta que pasamos por la puerta, paga nuestras entradas con consumición y una madame nos recibe. Es mi primera vez que yo entro en un club swinger y le he dicho a Casandra, una de las chicas de la webcam porno que me ayude y que se llevará allí a un amigo… Eso sí, la he dicho que hagamos como si no nos conociéramos.

Al entrar, hay una sala donde hay más parejas tomando copas. La mayoría son algo más mayores que nosotros pero también hay dos o tres parejas de veinte a treinta años. Todos están tomando algo en la barra y ya hay algún grupo formado.

Casandra me dijo por el videochat que ella ya había estado en sitios así y que, cuando entráramos, fuéramos directamente a la barra que ya ella se nos acercaría con su pareja. Y eso es lo que hacemos. Nos pedimos una copa y Joaquín me empieza a preguntar con nerviosismo que qué hacemos allí, que porqué le he llevado y un sinfín de preguntas más. Yo le digo que se relaje, que solamente hemos venido a tomarnos algo y a conocer a parejas nuevas… Pero es mentira.

Sorprendente e inesperadamente, otra joven pareja se nos acerca antes que Casandra. Joaquín se pide la segunda bebida rápidamente porque, con los nervios, la primera se la ha bebido muy rápido. Son una pareja agradable. Tienen los dos veinte años, cuatro menos que yo y que Joaquín. Ella es una chica bajita, muy guapa, con grandes gomas y un poquito rellenita. Él es algo más alto, muy flacucho y muy divertido. Parecen el punto y la “i” jajaja. Yo me lo estoy pasando bien, así que miro disimuladamente a Casandra y le digo, con la cabeza, que no se nos una.

Nos tomamos un par de rondas juntos y por fin, mi novio, se suelta un poco. Nuestros nuevos amigos nos dicen que si queremos conocer más cosas de aquel sitio y yo les digo que sí. Nos adentramos en el bar y llegamos hasta unos jacuzzis. Sin decirnos nada, ellos comienzan a desnudarse y se meten en el agua. Yo me río al ver su desparpajo y comienzo a desabrochar la hebilla del pantalón de Joaquín mientras me muerdo el labio. Al principio es reticente pero tras unos instantes consigo que se deje llevar. Nos desnudamos y nos metemos con ellos.

Agua, burbujas, mi chico y yo desnudos, otra pareja con nosotros en el jacuzzi… Esto es tan excitante como los shows que hago en la webcam porno. Seguimos hablando los cuatro mientras cada uno se besa y juega con las manos bajo el agua. La tula de Joaquín está entre mis dedos mientras lamo su cuello y le jalo.

Cuando me quiero dar cuenta, la joven pareja está a nuestro lado, pensando en pasar a más. Yo, lo primero que hago es meterme dentro el pico de Joaquín, y mientras me garcha bajo el agua, extiendo mi mano para tocar las grandes bubis de nuestra nueva amiga. Joaquín se excita, agarra mi poto y comienza a hacérmelo más salvajemente. Yo gimo hasta que siento que la joven me toca también mis gomas. Joaquín, al darse cuenta, se sorprende, y más aún cuando yo me inclino en el agua para besarla.

Después cambiamos de postura. Me pongo contra el borde y me la mete por detrás. Ahora nuestra nueva amiga acaricia los testículos de Joaquín bajo el agua, mientras que su novio, se sube al bordillo, se sienta ante mí y yo me meto su pico en la boca. Tengo una tula entrando por mi chorapio y otra bajo mis labios. Mmmmm. Cuando siento que Joaquín está a punto de terminar, miro para atrás y le digo que acabe en la boca de ella.

Él abre los ojos, pero nuestra nueva amiga le coge de la mano y le incita a que se siente en el bordillo junto a su novio. Después, ambas mamamos y les pedimos su leche. Ella lame de maravilla, veloz, profundo, de un lado para otro y tras unos minutos, Joaquín acaba. Ella se relame y, tras acabar con él se viene conmigo a mamar la tula del novio. Ambas se lo hacemos juntas hasta que él se corre. Joaquín lo observa todo con los ojos abiertos y con cara de sorpresa.

Al acabar, salimos del jacuzzi, nos despedimos de ellos y nos vamos cada uno a nuestra casa en taxi. Es ahora cuando comienza el reto. Veremos si, después de esto, Joaquín me sigue respetando y tratando bien. Y si es así, ¡los placeres que podrá sentir serán inmensos!

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad