Soy una mujer casada, pero no me siento cómoda con mi marido. Creo que en realidad el no puede aguantar el sexo. Creo que tal vez pueda tener alguna adicción al sexo, porque siempre pienso en ello.
Al principio me metía en internet para ver a chicos atractivos masturbándose, pero aquella noche necesitaba algo más. Me metí en un grupo de chat erótico. Y ahí estaban; un gran grupo de chicos extremadamente guapos, y además con apetito sexual. Mi sueño hecho realidad.
Así que ya extremadamente borracha, encendí la webcam sin si quiera pensármelo dos veces. Me desnudé por completa, aprovechando que mi marido estaba fuera de la ciudad, y lentamente me di la vuelta hacia la cámara para que todos pudiesen disfrutar de las grandes vistas de mi coño.
Bailé y me moví para permitirles ver todo mi cuerpo. Estaba tan emocionada. Luego me volví para que la espalda estuviera frente a la cámara e hice una curva lenta en la cintura, sabiendo que mi cara no se vería, dando luego una gran vista de mi culo y coño por detrás.
– Ya que me habéis visto desnuda, necesito vuestro semen – dije cachonda.
Muy rápidamente me di cuenta de que no todos los chicos estaban listos para correrse, así que proseguí con el juego.
Los chicos, especialmente los más viejos, realmente apreciaron que los viera correrse. Disfruté hablando todos ellos a través de su orgasmo.
Antes de que yo lo supiera, había pasado cuatro horas en el sitio web. Bailé un poco más, miré un poco más, me masturbé un poco más. Debo haber visto 50 pollas correrse para mí. Y creo que me vine diez veces. Estaba exhausta cuando finalmente dije adiós y cerré la sesión.
Y me quedé dormida, todavía desnuda, soñando con pollas, todas para mí. Fue después de las 6:00 cuando finalmente desperté. Me registré en mi sitio webcam y miré algunas pollas más. Me encantó mostrar mi cuerpo a todos estos hombres. Supongo que ha habido miles de hombres que me han visto desnuda y me han visto correrme.